Bartók y Wagner

Parece como si Bartók quisiera hacer "remakes" de algunos clásicos wagnerianos. ¿No es el tema de "El castillo de Barbazul" clavadito al de Lohengrin? La excesiva curiosidad femenina provoca el desastre... Bien es cierto que hay diferencias. En la ópera de don Richard hay un elemento de desconfianza exacerbado por la hábil perfidia de Ortrud mientras que en la de don Bela hay una atracción morbosa de la protagonista por la leyenda de Barbazul, que le lleva a pensar que la última cámara contiene los cadáveres de las anteriores esposas (que, sin embargo, están vivas).

Más evidente aún es el parecido de "El mandarín maravilloso" con "Tristán e Isolda". El protagonista no muere a pesar de las múltiples heridas que le causan los ladrones. No sangran hasta que consigue besar a la chica. No es exactamente una "Liebestod" sino una "Muerte de deseo". Y ésa me parece que es la intención del músico húngaro en ambas obras: Des mitificar el romanticismo wagneriano, despojarlo de toda nostalgia... Curiosamente produce el efecto contrario. Barbazul resulta más conmovedor que Lohengrin y el deseo del mandarín es más auténtico que el amor de Tristán (aparte de no necesitar filtro alguno).

Como versión de "El castillo de Barbazul" recomendaría la de Kertesz con Berry y Ludwig (matrimonio en la vida real, lo cual le da un morbo particular) en Decca. Esta obra carente de acción necesita de un director que mantenga la tensión y el húngaro lo consigue mejor que, por ejemplo, Sawallisch, quien cuenta como protagonistas a otro matrimonio (Fischer-Dieskau y Varady).

En cuanto al significado de la obra, creo que es pura conjetura. Kertesz da su interpretación en el libreto del disco (lo que es de gran ayuda, al menos para mí, pero Ludwig, presente en la entrevista, no está de acuerdo en que la protagonista sea la "mala").