Simone Biles vuelve a los podios

La asombrosa gimnasta americana, la que nos dejó a todos con la boca abierta ante sus extraordinarias habilidades, que más parecían de otro mundo, y que de pronto un día se negó a ejecutar aquel double-twist que sólo ella era capaz de hacer, y lo hizo alegando alegando motivos de salud física y mental, ha estado un largo tiempo fuera de los focos.

De hecho, yo estaba seguro de que simplemente había recuperado la cordura --aquel double-twist era extraordinariamente complicado y requería una coordinación neuromuscular del más alto nivel, y existía la más que probable posibilidad de, si cometía el menor fallo, lesionarse y quedar inválida por una lesión medular-- y se había dedicado a la enseñanza; o al cultivo de champiñones.

Pero no ha sido así: ha seguido preparándose, y ha vuelto por la puerta grande, con otro salto, más complicado si cabe que el anterior. Y volveremos a babear al verla hacer cosas para nosotros imposibles.

¡Bienvenida de vuelta, señorita Biles!

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Un saludo

Entiendo muy bien a la Srta. Biles, no es ya el extraordinario requerimiento físico que tiene su labor, es la enorme preparación mental que necesita tanto para hacer lo que hace como para aguantar la presión a la que la somete la afición y probablemente ella misma vista su evolución. Pienso en nosotros mismos ejecutando la tarea más precisa y difícil de nuestro oficio, sea el que sea, ahora añado muchos millones de personas mirándome fijamente y me agobio, eso solo pensándolo, me imagino como será viviendolo.

Esta señorita, no, no, señora que ahora que veo se casó este año, (aunque no fuera así me seguiría pareciendo una Señora con mayúsculas), demuestra tener la cabeza muy bien amueblada y probablemente estar muy bien aconsejada, dio un paso atrás se sobrepuso y ahora vuelve por la puerta grande.

Yo aún estoy con la boca abierta desde que hizo el doble mortal con tres rotaciones cada uno, y lo ha vuelto a hacer con el Yurchenko con doble carpado al que le ha puesto su nombre Biles II

Saludos