Él problema de los críticos es su influencia no ya sobre los simples aficionados sino, a veces, sobre otros críticos de menor "nivel". El caso más paradigmático es el de los wagnerianos españoles. Es casi inútil debatir con muchos de ellos pues se limitan a repetir las palabras de A.F.M. Cuando leo "Decía don Ángel..." inmediatamente desconecto pues sé perfectamente lo que opinaba el erudito sobre los Hotter, D.F.D., Domingo, Kollo, Lorenz... o sobre las Flagstad, Varnay, Nilsson, Price (Margaret), Meier... Y esto ocurre con grandes conocedores de la obra de don Richard, quienes podrían tener perfectamente opiniones propias sobre muchas cuestiones...
Y, sin embargo, a mí me gustan las voces discrepantes. Me encanta leer a los "amazónicos" yanquis (mucho más numerosos que los británicos, franceses o españoles). Ante una grabación bien considerada por la crítica (o por parte de ella, pues las unanimidades casi no existen), hay todo un coro de entusiastas que, a veces, no pasan del "¡Wonderful!" o similares. Sin embargo, suele haber alguno que pone objeciones, que no repite lo que ha leído en las guías y que, a veces, dice cosas de una exactitud irrefutable...