Vacaciones: en defensa de la vida ociosa

Interesante artículo aparecido hoy en El País de la mano del colegiado Fernando Savater en el que se establece un duro combate a varios asaltos trabajo vs ocio.


[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


Considero que la idea de crear una renta básica universal que se asigne a todos los ciudadanos simplemente por serlo y no por sus competencias o logros laborales es la vía de superar, mejorándola, la socialdemocracia que hoy parece estancada o en retroceso. Obviamente no es un proyecto inmediato, porque exige bonanza económica y un replanteamiento general de las prestaciones de la Seguridad Social: choca además con el fantasma del gasto público desenfrenado, como se ha visto en el reciente referéndum en Suiza al respecto. No es este el lugar de debatir el asunto ni soy yo la persona indicada para hacerlo, sólo quiero señalar que entre sus acérrimos oponentes, junto a los reacios a la imaginación social (eso es lo mismo que intentó el comunismo, etcétera), están sorprendentemente algunos integristas morales. La renta básica es “inmoral”, porque equivaldría a retribuir a la gente sin necesidad de trabajar, pagarles por no hacer nada. Fomentaría la pereza que, como sabemos desde antiguo, es la madre de todos los vicios… exceptuando a los que exigen esforzarse para dañar al prójimo.



P.D.: La palabra «trabajo» deriva del latín tripalium, que era una herramienta parecida a un cepo con tres puntas o pies que se usaba inicialmente para sujetar caballos o bueyes y así poder herrarlos. También se usaba como instrumento de tortura para castigar esclavos o reos.

El trabajo, si es tan malo como algunos lo pintan, hay que socializarlo Se reparte de forma igualitaria, que somos hermanos pero no primos

Sin trabajo no se va muy lejos. Otra cosa es cómo se organiza el asunto. Pero cobrar por no hacer nada, de entrada, no me parece nada pedagógico

Saludos,

Charly

Charly Guitar Watson escribió:El trabajo, si es tan malo como algunos lo pintan, hay que socializarlo  Se reparte de forma igualitaria, que somos hermanos pero no primos

Sin trabajo no se va muy lejos. Otra cosa es cómo se organiza el asunto. Pero cobrar por no hacer nada, de entrada, no me parece nada pedagógico

Saludos,

Charly

Yo entiendo que no se trata de cobrar "por no hacer nada" como si fuera un premio por ser un gandul. Quiero imaginar que se trataria si acaso de pagar a los ciudadanos simplemente por serlo, es decir, que el civismo, las buenas formas y relaciones con los demás, empatia y moralidad, etc..... sean premiados precisamente como manera de incentivar que la población sienta unas ganas y motivación más reales de trabajar por y para el sustento y crecimiento de la sociedad, en donde incluso cada uno pueda elegir la cantidad de horas al día que desea trabajar.
Esto es una utopía, por supuesto. Pero en un mundo sin corrupción política ni gente que considere que lo único realmente importante en esta vida es tener más dinero que otros, cabe considerar la posibilidad.

No sé que decirte. Pero en este país nuestro al menos -maestros de la picaresca y otros adjetivos que voy a omitir-, no me parece buena idea

Es difícil educar desde abajo, cuando los de "arriba" van adónde y cómo van Pero si no empezamos por ahí, esa utopía mejor dejarla para más tarde, si llegamos; si no, mejor dejarla para nunca

Saludos,

Charly

Como utopía irrealizable, del estilo "ideario comunista", lo más social sería que todos obtuvieran una renta básica simplemente por ser ciudadanos; una renta únicamente suficiente para subsistir, sin más lujos (allá él, el que se conformara con eso -por otro lado hoy casi imposible incluso trabajando-...).

Así, los ciudadanos más valiosos, activos, ambiciosos... trabajadores al fin, optarían a un plus de renta por la remuneración de su trabajo y que les permitiría llevar una vida más "amplia". Deberían cobrar al mismo tiempo esa renta básica y el rendimiento de su trabajo.

El problema está en que lo que debería servir para lo primero, que habría, lo mangonean los que quieren estar entre los segundos, pero comportándose como los primeros (hoy por hoy, son los políticos que nos merecemos).

En cualquier caso, el ser humano es el ser más mezquino de la naturaleza, que para colmo con tantas religiones, etnias, razas, intereses propios, formas de pensar distintas... y su envidia y crueldad innata, harían inviable cualquier indicio de humanidad.