Efecto psicológico en la audición

Ya os habrá pasado más de una vez; pero lo que me pasó ayer ha sido un episodio de los más fuertes:

Cada cierto tiempo cambio el amplificador, ya que a lo largo de mi vida he construido y acumulado unos cuantos, la mayoría artesanales.
El domingo por la noche seguí con la rutina y coloqué otro de la colección... me sonó muy bien. Anoche por la misma hora y con todo igual, volumen, discos, youtube... me sonó muy mal, pero vamos un desastre.
Lo achaco al estado de ánimo, tal vez, por el fin de semana que volví a la tierra de mis orígenes; la que me dio la vida y en la que reposan los familiares conocidos. No se si fue esto, además del recuerdo existencial que sufres cuando hay una perdida que te hace pensar y te afecta, como el fallecimiento del forero Jordi Badia. El caso es que pocas veces he notado que la escucha fuera tan mala...

También puedo achacarlo al estado de la red eléctrica, el domingo parece que hay menos gente conectada, y tal vez el lunes andemos todos consumiendo y contaminando la red; pero no lo creo. Normalmente me pasa lo contrario, cuando un aparato ha estado varios meses sin funcionar, tarda unas horas o unos días en rendir al 100 por 100.

Totalmente de acuerdo en nuestro estado de ánimo.
Tu cambias de amplificadores, lugar, equipo... etc. Tienes una variada excusa para achacar la calidad del sonido incluyendo si es domingo o lunes.

Yo con un mismo e idéntico equipo principal desde hace 3 años, a días no aguanto apenas 1 hora. Me suena metálico (solo pongo vinilos que conste), algo estridente y falso. Otros me paso 3 horas tranquilamente pinchando en la gloria lp tras lp. Disfrutando de la calidad de sonido.

Tengo un perfecto caos personal con la reciente muerte de mi madre, juicios por en medio, burocracias administrativas del estado que desquician.
A días en mis procesos kafkianos doy un pasito, soluciono un problema y el equipo suena maravilloso. A otros me surge otro escalón burocrático más y suena a rayos. Puede ser que la red eléctrica se vea contagiada de mis malas vibraciones?.

Nuestro estado de humor y ánimo incide en nuestra percepción. Afecta a todos los sentidos. No recuerda nadie el optimismo y colorido que se veía por todos lados cuando estabas en éxtasis amoroso?

+1 a ambos.

Yo me casé con la chica más guapa de la tierra y parte del extranjero, no veía ninguna ni que se le acercase siquiera.
Un día me enteré que me había puesto más cuernos que los que caben en un saco lleno de caracoles y además de todos los colores.
A partir de ese instante la miraba y veía el zorrón más asqueroso y con más pulgas que en el monte hubiese. Quasimodo un querubín a su lado.

Con la música lo mismo, una aspirina mismo que te tomes un día hará que no escuches el ampli sonar igual que lo hacía ayer. Quien dice una aspirina dice más cosas.

Hace unos años seguí algunos tratamientos médicos muy fuertes, antes de empezar me preparé amplis cajas y discos para ir sobrellevándolo lo mejor posible, me tomo la pastilla me echo en el sillón y a escuchar música mientras dure pensaba, no pude escuchar ni un solo disco, el equipo sonaba a rayos.

Saludos

Ojo con la aspirina, que está comprobado que afecta la audición.

Pero aparte de esto, coincido plenamente con lo expuesto. El estado de ánimo determina en gran manera nuestra percepción no solo en el plano musical, sino en todos los ámbitos de la vida.

Yo por ejemplo no puedo dejar de percibir (ilusamente, claro está) que el mismo coche que llevo todos los días parece rodar más suave y ligeramente más potente justo después de ponerle gasolina.

A veces un leve pinchacito en el pecho desencadena una escalada de síntomas que acaba en urgencias  con el diagnostico de crisis de ansiedad. O al contrario: he descubierto que  el leve vértigo que me ocasionan las cervicales desaparece  como por ensalmo al jugar un partido de tenis.
También he descubierto que la mayoría de las veces la escucha de buena música con tu equipo y en tu sillón favorito ejerce un notable efecto relajante.

En definitiva, creo que nuestro cerebro (mi segundo órgano favorito como diría el gran  Woody  Allen) es capaz de ejercer cierto influjo no racional  sobre lo que percibimos .

ReyLobo escribió:

Yo por ejemplo no puedo dejar de percibir (ilusamente, claro está) que el mismo coche que llevo todos los días parece rodar más suave y ligeramente más potente justo después de ponerle gasolina.

Yo cuando lo lavo creo que corre más

galena escribió:Yo me casé con la chica más guapa de la tierra y parte del extranjero, no veía ninguna ni que se le acercase siquiera.
Un día me enteré que me había puesto más cuernos que los que caben en un saco lleno de caracoles y además de todos los colores.
A partir de ese instante la miraba y veía el zorrón más asqueroso y con más pulgas que en el monte hubiese. Quasimodo un querubín a su lado.

Con la música lo mismo, una aspirina mismo que te tomes un día hará que no escuches el ampli sonar igual que lo hacía ayer. Quien dice una aspirina dice más cosas.

Hace unos años seguí algunos tratamientos médicos muy fuertes, antes de empezar me preparé amplis cajas y discos para ir sobrellevándolo lo mejor posible, me tomo la pastilla me echo en el sillón y a escuchar música mientras dure pensaba, no pude escuchar ni un solo disco, el equipo sonaba a rayos.

Saludos

Bonito vocabulario...

A mi también me influye el estado de ánimo al escuchar música y dependiendo de cómo me encuentre
me apetece más un estilo que otro, pero me pasa al contrario que vosotros que cuando llego a casa cansado,
estresado, cabreado, hablando solo, después de un mal día, lo único que quiero es suber a mi sala, ponerme
un vinilo y escuchar las primeras notas. Es como un bálsamo de paz y esos días los agradezco tanto que
el equipo me suena a gloria.

A mi me ha pasado muchísimas veces. Yo no lo achaco a la calidad del suministro eléctrico. Tampoco hay un patrón horario. Simplemente, la percepción es así de subjetiva. Y de hecho esa es una de las razones por las que soy tan profundamente escéptico a la hora de valorar la influencia de ciertas cosas en el sonido real del equipo y mi capacidad para discriminar matices y cambios. Demasiado jitter de medición perceptual (o algo así  ).

Es curioso lo que comenta el compañero molamola... en mi caso, cuando estoy realmente j*dido, ni siquiera escuchar mis discos preferidos normalmente funciona (entonces suelen sonar a rayos), en esos casos lo único que me suele quedar es echar unos km corriendo. Cada persona es un mundo.

molamola escribió:A mi también me influye el estado de ánimo al escuchar música y dependiendo de cómo me encuentre
me apetece más un estilo que otro, pero me pasa al contrario que vosotros que cuando llego a casa cansado,
estresado, cabreado, hablando solo, después de un mal día, lo único que quiero es suber a mi sala, ponerme
un vinilo y escuchar las primeras notas. Es como un bálsamo de paz y esos días los agradezco tanto que
el equipo me suena a gloria.

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